17 outubro 2010

Media: Portugal implanta el peaje más caro y caótico del mundo
- Viajar a Oporto desde Galicia cuesta de entrada 77 euros
- Es necesario alquilar un dispositivo electrónico en la frontera
- Descuentan cuatro euros si se devuelve en perfecto estado y en el mismo sitio
- Los empresarios vigueses creen que la UE lo declarará discriminatorio
- 'Lo mejor es colarse y no pagar', recomiendan los automovilistas lusos
Si usted vive en Galicia y quiere viajar a Portugal prepárese para pagar el peaje más caro del mundo: 77 euros por un tramo de 76 kilómetros. Desde este viernes se ha implantado en el país vecino una tasa para la nueva autovía A-28, que discurre por la costa, y para la circunvalación de entrada en Oporto. Más de un euro por kilómetro es la tarifa que deberán abonar todos aquellos que circulen por primera vez desde la localidad de Viana do Castelo hasta la capital del Douro.

La medida llega impuesta desde el Gobierno central luso ante la grave crisis que afecta a todo el Estado y bajo el desconcierto generalizado de los automovilistas extranjeros. La forma de pago es tan complicada que la mayoría de los conductores, por ignorancia o por desacato, no cumplieron con el pago en el primer día de funcionamiento. En principio sólo se aplican en las tres autovías de entrada en Oporto y desde Lisboa también pretenden implantarlo próximamente en el resto del territorio. Castellanos, desde Zamora y Salamanca, y extremeños también se verán afectados si quieren viajar a la ciudad portuguesa, aunque los gallegos, cuyo volumen de tráfico con el norte de Portugal es mayor, serán los más afectados. De este modo, Interior Norte, Beiras Litoral y Alta, Beira Interior y Algarve serán de pago a partir del 15 de abril de 2011, informa EFE. El sistema contempla dos tipos de tarifas. Una de ellas para los propios portugueses y otra para los extranjeros. En el primer de los casos, los diez primeros viajes serán gratis y el resto tendrá el 15% de descuento. No tienen tantos beneficios los ciudadanos españoles que quieran cruzar la 'raia' y desde este viernes ya pudieron comprobarlo.

Poner rumbo a Portugal desde Vigo en la jornada inaugural del peaje se convirtió para los gallegos en un camino plagado de incertidumbres y todos los paneles de la AP-9 gallega alertaban de que comenzaba el nuevo sistema. De entrada, en Valença, al otro lado del río Miño que le separa de la ciudad española de Tui, era imposible adquirir el dispositivo electrónico necesario para utilizar la autovía. "No tendremos aparatos hasta la próxima semana", aseguran en la oficina de Correos de la villa fronteriza. El departamento postal portugués es el único organismo, junto a las estaciones de servicio y las entidades multibanco, autorizado para vender el equivalente a los VIAT u OBE españoles. El primer desembolso llega con el alquiler del dispositivo. Cuesta 27 euros y si se utiliza una única vez tan sólo descontará 4,30 euros por su utilización durante una semana (en posteriores el reingreso baja a 1,40 cada siete días), aunque para ello es obligatorio devolverlo en perfecto estado y en la misma oficina que se adquirió. Antes de salir de la expendeduría postal habrá que realizar otro abono, éste todavía más caro. Se trata de una recarga de 50 euros para los vehículos ligeros y de 100 para los pesados. En este caso no existe ningún tipo de devolución posible y únicamente tendrá validez durante 90 días.

Autopista o autovía
Las dos opciones para llegar hasta Oporto son la autopista A-3 o la autovía A-28, puesto que el trayecto por carreteras locales o regionales puede convertir un trayecto de apenas hora y media en tres o cuatro horas. Si usted se decide por la autopista, sepa que podrá pagar en euros en las cabinas de peaje, pero se encontrará con la desagradable sorpresa de que para entrar en Oporto tendrá que utilizar la circunvalación Grande Porto (A-25) o la Costa de Prata (A-41), ambas sometidas al mismo impuesto que el vial que lleva a Galicia, por lo que el problema sólo lo retrasará unos kilómetros.

Desde Valença hasta Vilanova da Cerveira, donde nace la A-28 al pie del Baixo Miño gallego, y Viana do Castelo, donde se encuentra el primer control, el tramo es gratuito. A partir de aquí aparecen sobre la carretera y en ambos sentidos unos enormes arcos que disponen de cámaras para grabar las matrículas. Si desde ese momento no ha pagado y es inmovilizado por la policía portuguesa, la sanción será cuantiosa. La nueva directiva portuguesa para los vehículos extranjeros fija una multa "de valor igual a 10 veces la tasa de peaje, con un mínimo de 25 euros y un máximo de 125 euros". El punto de reunión de los transportistas y conductores gallegos que este viernes se desplazaron a Portugal fue el primer área de servicio de la A-28. Allí, un puesto de Correos había vendido a mediodía un total de 18 dispositivos, doce de ellos para camiones y el resto para turismos, pero no faltaron las discusiones y la perplejidad se generalizó.

'No tiene sentido, no podemos pagar con euros'
"Esto no tiene ningún sentido, estamos en un mercado comunitario y no podemos pagar con euros", afirma Héctor Fateiro, coruñés que trabaja para una empresa catalana de mantenimiento de estaciones de servicio. Ese argumento es precisamente el que utiliza la Confederación de Empresarios de Pontevedra para pedir que se abra un procedimiento contra el cobro.

"Si yo voy con mis cinco euros en el bolsillo, me tienen que cobrar, no tengo por qué estar obligado a comprar ningún dispositivo", explica el presidente de la patronal, José Manuel Fernández Alvariño. Los empresarios vigueses recibieron en las últimas horas una comunicación de la Dirección General de Transportes de la Comisión Europea que les hace concebir esperanzas. Rudolf Koranthali, miembro de la DGT comunitaria, considera que hay indicios suficientes de que Portugal no ha traspuesto correctamente la directiva europea e incumple el artículo 3 del Tratado de la Comunidad sobre la supresión de obstáculos para la libre circulación. Además de las voces gallegas en contra del nuevo sistema, también los ciudadanos lusos se muestran reacios. La Associaçao Empresarial de Viana do Castelo ha realizado un informe en el que se alerta de la pérdida de competitividad para las empresas gallegas y portuguesas. El tráfico de pasajeros hacia el aeropuerto Sá Carneiro (utilizado por 420.000 gallegos al año) o a multinacionales como Ikea ha aumentado en los últimos años de forma considerable y el telepeaje se convierte en una gran amenaza. En Portugal las recomendaciones son más pragmáticas. Algunos automovilistas lusos aconsejaban este viernes "saltarse el peaje y no pagar, no va a pasar nada". Lo cierto es que en el primer día de funcionamiento ni un sólo policía portugués se dejó ver en la autovía, pero ser 'pillado' supone un gran inconveniente, puesto que al tratarse de un ciudadano extranjero hay que abonar la multa en el momento. Todo un riesgo para un placentero viaje a la vecina Lusitania.

Nuevo sistema de peaje
- Adquirir un dispositivo electrónico: En áreas de servicio de las autovías afectadas y en oficinas de correos portuguesas. Su coste es de 27 euros.
- Devolución: Para recuperar lo invertido hay que devolverlo en perfecto estado y en la misma oficina. Los reingresos se dividen por semanas. Los primeros siete días suponen una devolución de 4,30 euros. Las semanas siguientes, 1,40 cada una.
- Recarga del chip: Debe realizarse en el mismo momento de la adquisición del dispositivo. Cuesta 50 euros para turismos y 100 para camiones. No hay devolución posible y sólo tienen validez durante tres meses.

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