Media: Madrid tendrá playa en Abril de 2011
(ABC) Costará 2,6 millones de euros, y tendrá una lámina de agua de 3 centímetros de profundidad
La capital verá cumplida la próxima primavera su histórica ambición: tener una playa. Aunque, en realidad, la del Manzanares será más bien una «playita», usando la terminología empleada por la niña de tercero de primaria que, en un concurso infantil, dio al Ayuntamiento la idea de construir este equipamiento para use y disfrute de los madrileños en el espacio recuperado al río Manzanares tras el soterramiento de la M-30. La playa comenzará a construirse el próximo mes de noviembre, costará 2,6 millones de euros y estará finalizada el próximo abril. Se situará junto al parque de la Arganzuela.
Según explicó ayer el alcalde, Alberto Ruiz-Gallardón, la playa ocupará una superficie de 11.930 metros cuadrados a orillas del río, cerca del puente monumental diseñado por Dominique Perrault y que en la actualidad está en construcción. Tendrá un frente de 270 metros que conectará con el río Manzanares. Habrá en ella tres recintos acuáticos en forma de elipse, que quedarán cubiertos por una lámina de agua. Eso sí, que nadie espere hacer «largos»: sólo habrá tres centímetros de profundidad, lo justo para meter los pies. En esos recintos también habrá nubes de agua pulverizada, chorros verticales de altura variable y un sistema de inundación que será el que cree la lámina de agua. Pero además, la playa de Madrid tendrá un área seca, pavimentada con granito, de 1.530 metros cuadrados. Una tercera pieza, pensada en el descanso y esparcimiento de quienes usen la playa, es la pradera perimetral, de 5.000 metros cuadrados, donde además de césped, habrá chopos y ginkos, así como sombrillas, tumbonas y sillas para tomar el sol.
Suelo antideslizante
El Gobierno municipal autorizó ayer el contrato de estos trabajos, que según explicó el alcalde madrileño, Alberto Ruiz-Gallardón, costarán 2,6 millones de euros. Las obras comenzarán el próximo mes de noviembre. El diseño de esta nueva zona de esparcimiento, que probablemente sea la más mediática del proyecto Madrid Río, es también obra del equipo que ha diseñado el resto de la operación: M-Río arquitectos y el estudio West-8, en colaboración con los técnicos del área de Urbanismo. La playa se dividirá en tres zonas: por un lado, tres recintos acuáticos que permitirán disfrutar de diferentes juegos de agua. Su suelo será de basalto semipulido, para evitar deslizamientos, y tendrán una superficie de 1.800 metros cuadrados cada uno.
Chorros verticales
En estas tres elipses habrá nubes de agua pulverizada, chorros verticales que podrán controlarse en altura y fuerza, y un sistema de inundación, que permitirá crear entre los tres la lámina de agua de 5.400 metros cuadrados de superficie y tres centímetros de profundidad en la que los madrileños puedan retozar —decir bañarse sería a todas luces exagerado—. En total, dispondrán de 315 nebulizadores y 72 chorros de agua.
Estos recintos acuáticos están pensados para la diversión de grandes y pequeños: podrán mojarse los pies, meterse bajo los chorros o la nube, o tenderse en la lámina de agua. Se prestará, por tanto, especial atención al mantenimiento de la calidad de agua en esta zona, mediante equipos de filtración y tratamiento. El segundo elemento será la llamada área seca del borde, pavimentada con granito y con una superficie de 1.530 metros. Esta será un área dedicada al descanso.
Sombrillas y tumbonas
Por último, la tercera pieza es la pradera perimetral, donde descansar y tener ratos de esparcimiento. En ella se plantarán 290 árboles, de los cuales 105 serán chopos y 185 ginkos. Los usuarios podrán disfrutar, tanto en el área seca como en la pradera, de sombrillas, tumbonas o sillas para tomar el sol. Pero la playa no se podrá disfrutar sólo de día: en su diseño se ha prestado una especial atención a la iluminación. Las fuentes tendrán una luz cambiante, gracias a la instalación de leds en los surtidores, en la zona central de la nube de agua y en la lámina de los recintos acuáticos. Desde IU, su portavoz municipal, Ángel Pérez, criticó esta actuación «mientras La Elipa lleva años sin piscina por obras, Centro no tiene ninguna desde hace dos años, Ciudad Lineal o Barajas no cuentan con ninguna de verano o hay que pernoctar en la calle para matricular a los niños en cursos de natación».
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