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Media: Por qué Madrid vence a Cataluña

Desde hace algunos años la situación de ventaja de Barcelona con respecto a Madrid se ha revertido. La aportación de ambas Comunidades al PIB es casi idéntica según el INE, aunque FUNCAS coloca a Madrid como ganadora.

“Sea cual fuere el estado actual de pericia, destreza y juicio con que se trabaje en cualquiera nación, la abundancia o escasez de su mantenimiento anual no puede menos que depender de la proporción entre el número de los que anualmente se emplean en labores útiles y de los que no están de esta suerte empleados”. Cuando Adam Smith publicaba estas líneas en 1776, no pensaba ni en la Comunidad de Madrid ni en Cataluña, pero de La riqueza de las naciones se pueden extraer ideas para analizar un hecho incontestable: desde hace algunos años, la diferencia económica entre ambas no sólo se ha evaporado sino que la situación se ha revertido. 

Según el Instituto Nacional de Estadística (INE), entre 2000 y 2009 Madrid creció 0,45 puntos más de media anual que Cataluña, hasta el punto de que su aportación al PIB nacional es hoy practicamente semejante: 18,6% Cataluña, 18% Madrid, cuando en 1980 las separaban más de cuatro puntos. Los datos de Funcas, el servicio de estudios de las cajas de ahorro, son aún mejores para la comunidad del centro: con datos al cierre de 2009, Madrid ya es un 0,15% más rica, con 211.174 millones de PIB frente a 210.853 millones. En PIB per cápita la diferencia a favor de Madrid es aún mayor: 30.029 euros frente a 26.831, según el INE. Y en 2009, Madrid soportó mejor la crisis, con una caída del 3,2% del PIB, frente al 3,6% del conjunto de España y el 4,1% de Cataluña.

¿Cómo se ha producido este fenómeno? ¿Cuándo dejó Barcelona de considerarse la capital económica de España? ¿De quién es la culpa o el mérito? Contestaciones hay de todo tipo y en todos los sentidos, pero siempre remiten, aunque sea vaga e inconscientemente, a esa frase de Adam Smith. Sustituyan “labores útiles” por “sectores que resisten mejor la crisis” y tendrán una buena explicación de lo que está sucediendo. 

La industria pesa en la economía catalana cuatro puntos más que en la media de España (17% frente al 13%), mientras que los servicios aportan a la Comunidad de Madrid siete puntos más que al conjunto del Estado (68% contra 61%). Y el año pasado, la industria se desplomó, mientras que los sectores más regulados, más cercanos a Madrid, resistían mejor el tirón, así como los servicios. Además, la industria catalana, básicamente bienes de consumo como el automóvil y la electrónica, es especialmente sensible a la competencia internacional y a la fortaleza del euro.

Este desequilibrio según sectores de actividad viene de lejos, porque, como explica Ángel de la Fuente, analista económico del Centro Superior de Investigaciones Científicas, “los servicios han ido mucho mejor que la industria en los últimos veinte años”. El goteo de deslocalizaciones industriales que ha sufrido Cataluña afianza la idea de que la globalización ha sentado muy mal a esta comunidad autonóma, que hace ya mucho tiempo que no puede competir por costes. Lear, fabricante de cableado para automóviles, se fue de Cervera (Lérida) en 2002, Philips y Samsung dieron la bienvenida al tripartito de izquierdas, en 2003, con sendos cierres, Panasonic despidió a 216 personas en 2004, Braun cerró su fábrica en Esplugues de Llobregat en 2005, el mismo año que Seat mandaba a su casa a 700 empleados; Roca, un icono de la Cataluña empresarial, llevó a cabo un ERE en 2008.

(Por Tomás López, na revista Actualidad Económica)