11 janeiro 2011

20 euros dan para mucho
(Por Turismo Madrid) En el monedero 10 euros, en el bolsillo de la cazadora un billete de 5, sueltos por el bolso dos euros y en un bolsillo del pantalón tres monedas de 1 euro. En total, 20 euros. Suficiente para disfrutar de Madrid por todo lo alto. ¿Cómo? Turismo Madrid te lo explica.

Son las 10 de una mañana de domingo. Al salir del metro en Moncloa resulta inevitable estirarse mirando al cielo y ponerse las gafas de sol. Ni una nube, aire fresco y a nuestro alrededor se oye, todavía tímido, el bullicio de los coches más madrugadores. Nuestra primera parada se encuentra muy cerca, en el Paseo del Pintor Rosales. Allí nos montaremos en el Teleférico y emprenderemos un viaje de 11 minutos a 40 metros sobre Madrid. La vida en la ciudad se ve diferente desde el cielo: edificios, bosques y monumentos parecen cambiar de forma. Lejanos y rodeados de un aura mágica conseguirán que no nos separemos ni un segundo del cristal de la cabina.

Con los pies ya en tierra firme, pero todavía hechizados por el encanto de la ciudad, no podemos evitar caminar hacia su corazón. A nuestra derecha se queda el Templo de Debod y sus sorprendentes vistas, atravesamos la Plaza de España saludando a Don Quijote y a su fiel escudero Sancho Panza y, callejeando, llegamos hasta Chueca. Se respira vida, energía y actividad por los cuatro costados del barrio. Según nos adentramos en sus calles, un murmullo nos llama la atención. Cada vez es más fuerte y cuando avanzamos para ver de dónde procede estamos en El Tigre (Calle de las Infantas, 30), un bar en el que reponer fuerzas.

Pedimos una caña y, para nuestra sorpresa, no viene sola: un pincho de pan con tomate y jamón, tortilla y croquetas la acompañan. Y es que 1,50 euros, que es lo que cuesta la caña, en este local dan para mucho. Siempre lleno de gente que ríe, habla y se divierte, los pinchos suelen acabarse bastante rápido, pero eso no es problema porque de la cocina salen constantemente bandejas con las que llenar los estómagos hambrientos. Con energías renovadas, nos espera El Rastro. Tras 20 minutos de paseo aterrizaremos en La Latina y de un salto en La Ribera de Curtidores para perdernos entre puestos de chucherías, baratijas y algún que otro objeto de valor.

Como valor tiene El Capricho Extremeño (Carlos Arniches, 30), cita obligada en cualquier ruta de tapeo que se precie e imprescindible para descansar después de un rato callejeando por El Rastro. Tostas grandes, ricas y baratas, con precios que van desde los 2 euros hasta los 3,50 como máximo. Y variadas: gambas al ajillo, pulpo a la gallega, atún con pimiento, salmón ahumado, torta del casar, jamón ibérico, queso manchego, lacón con pimentón… Con el estómago lleno, se presenta ante nosotros una tarde con arte. Próximo destino: Museo del Prado. Desde las 17 hasta las 20 horas Las Meninas de Velázquez, El jardín de las Delicias del Bosco, Las tres gracias de Rubens o Los Fusilamientos de Goya, serán nuestros guías por la historia del arte.

El día va tocando a su fin, pero siempre hay tiempo para pasar un par de horas más disfrutando de Madrid y su ambiente. No hay mejor sitio para reponer fuerzas que en el Café Melo’s Bar (Ave María, 44), más conocido como el Melo’s o bar de las zapatillas. Un enorme bocadillo a base de pan de hogaza, relleno de queso de tetilla fundido y lacón (una zapatilla en el argot de los parroquianos) se encarga de dar nombre a este local. Si te van más las raciones, no podrás evitar sentirte seducido por las croquetas, empanadillas, pimientos del padrón o morcilla de su carta.

Billete de metro sencillo para llegar a Moncloa: 1 euro
Billete ida y vuelta en el teleférico: 5,15 euros
Una caña en El Tigre: 1,50 euros
Tosta en El Capricho Extremeño: 2 euros
Entrada al museo del Prado: gratuita
Zapatilla en el Café Melo’s Bar: 7 euros
Billete de metro sencillo para volver a casa: 1 euro
¡Y nos sobran 2,35 euros para una caña!

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